Por donde empezamos
Muchos somos a los que nos pico un día el gusanillo de la fotografía, conseguimos una cámara y sin más, con un gran entusiasmo, empezamos a plasmar esas imágenes que llevábamos en la mente. Pero a la vista de los resultados de nuestros entusiastas disparos, la gran mayoría de nosotros rápidamente nos quedamos desilusionados o incluso acomplejados por la gran diferencia entre lo que llevamos en mente y lo que obtenemos o lo comparamos con lo que obtienen otros fotógrafos aficionados.
Y es que la fotografía necesita de un aprendizaje como cualquier materia en esta vida. Para lograr este aprendizaje es necesario, no digo ya estudiar, pero si hacer muchísimas fotografías y leer mucho para aprender sobre los conceptos técnicos fotográficos y sobre los conceptos artísticos. Aquí podemos profundizar hasta que nos cansemos, incluso licenciarnos en Historia del Arte si nos embalamos.
Pero para iniciarnos no es necesario que cursemos una carrera universitaria ni tan siquiera cursar ningún estudio específico, nos basta con conservar el entusiasmo y tener ganas de aprender.
Como nos ha picado el gusanillo de la fotografía es de suponer que tenemos una cámara. Primero que nada debemos conocer cuales son los conceptos básicos de la fotografía y conocer bien el funcionamiento de nuestra cámara. Esto nos permitirá al menos obtener imágenes con una adecuada exposición sabiendo lo que hace nuestra cámara y sacar todo el partido a esta.
No os asustéis de inicio, los conceptos básicos con los que poder empezar son tres o cuatro, ya vendrá más adelante el interesarnos por aspectos menos sencillos. En cuanto a la cámara aquí no vale que se lea el manual un amigo, tu pareja o el más espabilado de tus hijos en chismes electrónicos y te cuenten cómo funciona la cámara.
Es aconsejable que os leáis el manual, ya sé que es un peñazo y muchas cosas suenan a chino, pero a la larga lo agradeceréis.
Pues nada, como supongo que ya os habéis leído el manual vamos al tema. La fotografía consiste básicamente en captar la luz con una cámara que lleve incorporado un sensor de imagen o bien lleve una película fotosensible consiguiendo una exposición correcta.
¿Qué es la exposición?
Os acabo de introducir como el que no quiere la cosa el primer concepto que hay que conocer. Es importante saber que significa, cuales son los factores que nos van a influir en ella y cómo podemos conseguir esa dichosa correcta exposición.
En fotografía se entiende por exposición la cantidad de luz que recibe el sensor en la fotografía digital o la película en la fotografía tradicional y que hace que se forme una imagen. El resultado que obtengamos dependerá de la cantidad de luz que hagamos llegar al sensor o a la película.
Ahora vienen las dos preguntas del millón ¿cómo sabemos cuanta luz llega a alcanzar al sensor o a la película?, y ¿cómo puedo actuar para controlar la cantidad de luz que les llega? La respuesta a la primera pregunta es con un fotómetro. Lo habitual es que se mida la luz con el fotómetro que está incorporado a nuestra cámara aunque se puede medir con un fotómetro de mano, lo malo es que este hay que comprarlo y no son baratos.
¿Qué es el fotómetro de la cámara?
Como este artículo solo pretendemos dar una idea sencilla y no vamos a profundizar sobre el fotómetro de la cámara, si quieres saber algo más de él tira del manual de momento que ya explicaremos en profundidad que es, cómo funciona y cuáles son los modos de medición del fotómetro de la cámara fotográfica.
Por ahora nos conformaremos con saber que el fotómetro de la cámara fotográfica es el dispositivo incorporado a ella que mide la cantidad de luz que llega al sensor y que es del tipo de luz reflejada, es decir, mide la luz que reflejan los objetos. En la mayoría de las cámaras el fotómetro sale calibrado de fábrica para exponer de forma correcta los objetos que reflejan un 12-13% de luz incidente. Al pulsar el botón de disparo hasta la mitad el fotómetro comienza a medir de forma continua indicándonos en el visor sobre una escala gráfica como la de la imagen si la fotografía esta subexpuesta, sobreexpuesta o adecuadamente expuesta con los parámetros seleccionados en la cámara.
En la mayoría de situaciones cuando medimos la luz y seleccionamos los parámetros de la cámara para ajustar la exposición a 0eV funciona bastante bien, obteniendo exposiciones bastante equilibradas. Seleccionar los parámetros para que el fotómetro de la cámara marque 0eV significa que los objetos que reflejan el 12-13% de luz reflejada quedan correctamente expuestos.
¿Sobre qué parámetros actúo para controlar la exposición?
Para responder a la segunda pregunta debéis conocer los dos conceptos básicos más importantes: el tiempo de exposición y la apertura del diafragma. Estos dos parámetros son los que controlan la cantidad de luz que llega al sensor o a la película. A estos dos parámetros se le suele incorporar la sensibilidad ISO, conformando lo que se conoce como el triángulo de exposición, aunque es necesario aclarar que la sensibilidad ISO no influye en la cantidad de luz que llega al sensor.
Debemos combinar estos tres parámetros para obtener una correcta exposición, teniendo en cuenta que con distintas combinaciones de los tres parámetros podemos obtener la misma exposición, pero que consiguen efectos diferentes en la captura realizada. Cuando hemos determinado con que parámetros obtenemos la exposición correcta, podemos variarlos para obtener el efecto creativo que deseamos haciendo uso de lo que se conoce como la ley de reciprocidad pero obteniendo la misma exposición.
Si quieres conocer más sobre esta ley puedes leer el artículo donde te explicamos cómo mejorar nuestras fotografías haciendo uso de ella.
El tiempo de exposición
El tiempo de exposición es el tiempo que dejamos abierto el obturador de la cámara para que pase la luz hasta el sensor o la película. El obturador de las cámaras réflex de objetivo único es un obturador de plano focal formado por dos cortinillas, la primera de apertura y la segunda de cierre, estando situado justo delante del sensor o de la película. Si doblamos el tiempo de apertura del obturador doblamos la cantidad de luz que llega al sensor, incrementando en un paso la exposición (+1eV). Las cámaras actuales tienen velocidades de obturación entre 1/8000 segundos y 30 segundos, pudiendo seleccionar que la diferencia entre valores incremente en un paso, ½ paso o 1/3 de paso la exposición.
La apertura del diafragma
El diafragma del objetivo es el dispositivo situado en el interior de este por el que pasa la luz funcionando como el iris del ojo humano. Está formado por una serie de láminas que dejan un orificio aproximadamente circular en el centro por el que pasa la luz y del que podemos regular la apertura.
Pero ¿Cuánta luz deja pasar la apertura de diafragma seleccionada? Bueno, como no me voy a poner pesado con justificaciones matemáticas rigurosas, es suficiente saber que como el área de un círculo con diámetro D con respecto a otro de diámetro 2D tiene una superficie cuatro veces mayor, deja pasar cuatro veces más luz.
Por tanto si consideramos perfectamente circular el diafragma y queremos que pase el doble de luz para incrementar un paso la exposición tendremos que multiplicar el diámetro del circulo por y si queremos que pase la mitad para reducir un paso la exposición dividir el diámetro por este mismo número.
De la luz que deja pasar el diafragma, la cantidad que llega al sensor depende de la distancia entre el diafragma y este, siendo inversamente proporcional al cuadrado de la distancia entre ambos, , siendo f en este caso la distancia del diafragma al sensor.
Si la distancia de enfoque es varias veces la distancia focal del objetivo es válido tomar como distancia entre diafragma y sensor la distancia focal del objetivo. Esto ocurre en la mayoría de las fotografías excepto en fotografía macro en la que esto puede no cumplirse. Por tanto, la luz que incide finalmente en el sensor no depende solo de la apertura del diafragma, si no que depende también de la distancia de este al sensor, es decir de la relación entre la abertura del diafragma (D) y la distancia focal del objetivo (f)), es decir
Para medir la apertura del diafragma se emplea el número f (no confundirlo con la distancia focal f ), que es adimensional y exactamente mide la abertura relativa del diafragma, es decir la relación entre la distancia focal del objetivo (f) y la abertura del diafragma (D)
Es decir, cuanto mayor es el número f menos luz llega al sensor y para una misma distancia focal f, si doblamos el número f disminuimos el diámetro del diafragma a la mitad. A nosotros no nos interesa conocer la luz que llega al sensor, si no cuanta luz más llega con una apertura de diafragma en relación a otra para conseguir una exposición correcta con una misma distancia focal f.
Vimos antes que si aumentábamos el diámetro de un círculo al doble este dejaba pasar cuatro veces más luz y que si queríamos que pasase solo el doble de luz debíamos multiplicar el diámetro del círculo por . Por tanto si multiplicamos el número f por este valor estamos reduciendo el diámetro del circulo en esa misma cantidad dejando pasar la mitad de luz y reduciendo un paso la exposición (-1eV).
La escala del número f con un paso de exposición entre valores queda pues con f:1, 1.4, 2, 2.8, 4, 5.6, 8, 11, 16, 22 con una relación entre valores de . Las cámaras actuales permiten seleccionar valores de apertura de diafragma que incremente en un paso, ½ paso o 1/3 de paso la exposición, al igual que ocurría con el valor ISO o con la velocidad de exposición.
La sensibilidad ISO
La sensibilidad ISO viene de la fotografía tradicional y mide la rapidez con la que la emulsión que contiene la película fotográfica reacciona a la luz. Películas con mayor sensibilidad reaccionan con mayor rapidez, pudiendo obtener la fotografía con menor iluminación en la escena para un mismo tiempo de exposición y apertura de diafragma.
Trasladado esto a la fotografía digital, se puede decir que es la amplificación que se da a la señal eléctrica en la que convierte el sensor la luz que capta. Como os hemos dicho antes y no me cansaré de recordarlo aunque os resulte pesado, debemos tener claro que la sensibilidad ISO no incrementa o reduce la cantidad de luz que llega al sensor o a la película, si no que estamos amplificando la señal eléctrica que emite el sensor de la misma luz captada en el caso de la fotografía digital o hemos dispuesto una película que reacciona con mayor rapidez a la luz que le llega en el de la fotografía tradicional.
Con esto bien presente, tenemos que en la escala ISO de sensibilidad doblar su valor significa que estamos amplificando al doble la señal eléctrica emitida por el sensor por lo que a la imagen captada le estamos aumentando la exposición en un paso (+1eV), mientras que si reducimos la sensibilidad ISO a la mitad estamos atenuando la amplificación de la señal y reduciendo la exposición en un paso (-1eV), pero en ninguno de los dos casos estamos modificando la cantidad de luz que llega al sensor o a la película.
La sensibilidad nativa de los sensores y habitual en las películas fotográficas es ISO 100, aunque existen cámaras con sensores cuya sensibilidad nativa es ISO 50, de modo que la escala ISO habitual en la que cada escalón entre valores supone un paso de exposición es 50, 100, 200, 400, 800, 1600, 3200, 6400, 12800. En las cámaras actuales podemos seleccionar que los valores ISO se incrementen en un paso de exposición, en ½ paso de exposición o en 1/3 de paso de exposición.
Una reflexión sobre la sensibilidad ISO. Tener en cuenta que en la fotografía tradicional se montaba un carrete de película en la cámara con una sensibilidad fija y hasta que no disparábamos las 24 o las 36 fotografías del carrete no podíamos cambiarla, a no ser que tirásemos a la basura parte del carrete sin exponer cosa que los fotógrafos aficionados a los que no nos sobraba el dinero no hacíamos. La luz que le llega a la película la regulamos únicamente con la apertura del diafragma y el tiempo de exposición, la sensibilidad ISO de la película no nos influye en la cantidad de luz, pero si en el resultado que obtendremos en función de cual sea esta.
Si quieres compartir con nosotros alguna sugerencia, tienes alguna duda o simplemente darnos apoyo para seguir escribiendo artículos que nos ayuden a mejorar y a aprender, no dudes en hacerlo por medio de los comentarios y compartiendo este contenido en las redes sociales.
Deja un comentario